lunes, 28 de febrero de 2022

Estudio de potencia y eficacia de los analgésicos ketorolaco y tramadol en ratas Wistar mediante el empleo del modelo farmacológico de placa caliente.

 RESUMEN

Los analgésicos son un grupo de fármacos que actúan en las vías de conducción del dolor del Sistema Nervioso Central (SNC), produciendo analgesia, aliviando o haciendo desaparecer el dolor. El tratamiento del dolor envuelve la utilización de analgésicos opioides, analgésicos comunes, AINH’s (antiinflamatorios no hormonales) y analgésicos adyuvantes. En este proyecto se evaluó la potencia y eficacia de la actividad analgésica de dos tipos de fármacos: un antiinflamatorio no esteroideo, ketorolaco (K) y un fármaco opiode, el tramadol (T), administrados en ratas wistar con diferentes dosis (K:15, 30, 60 y 90 mg/kg; T: 22.62, 40.98, 62.50 y 131.58 mg/kg) empleando la prueba de la placa caliente para evaluar el efecto terapéutico de ambos. El estudio comparativo mostró la existencia de una mayor eficacia para el ketorolaco en una dosis de 60 mg/kg, así como, una mayor potencia y eficacia del tramadol con una dosis de 40.98 mg/kg. De igual forma, complementando la información literaria reportada con la experimental obtenida puede concluirse que existe una mayor actividad analgésica así como potencia y eficacia de los fármacos al ser administrados de manera conjunta.

INTRODUCCIÓN

El dolor es según la IASP (International Association for Study of Pain), una sensación subjetiva desagradable asociada a daño tisular potencial o real. Bajo el punto de vista fisiológico el dolor es la sensación que se percibe cuando se estimulan los nociceptores o existe alguna lesión en el SNC. Los fármacos para aliviar el dolor se denominan analgésicos, y pueden actuar a tres niveles: en el SNC, en los nervios y en la zona dolorosa.

Los analgésicos son un grupo de fármacos que actúan en las vías de conducción del dolor del Sistema Nervioso Central (SNC), produciendo analgesia, aliviando o haciendo desaparecer el dolor. Etimológicamente procede del prefijo griego a-/an- (carencia, negación), y algia, dolor.

El tratamiento del dolor envuelve la utilización de analgésicos opioides, analgésicos comunes, AINH’s (antiinflamatorios no hormonales) y analgésicos adyuvantes. Farmacológicamente, se sabe que los analgésicos tienen por mecanismo de acción principal la actuación en sitios específicos localizados en el sistema nervioso central y en la periferia. (Byas-Smith MG, 1995).

Los antiinflamatorios no esteroideos (abreviado AINEs) son sustancias químicas con efecto antiinflamatorio, analgésico y antipirético por lo que reducen los síntomas de la inflamación, alivian el dolor y la fiebre respectivamente. Como analgésicos se caracterizan por no pertenecer a la clase de los narcóticos y actúan bloqueando la síntesis de prostaglandinas siendo los miembros más prolíficos de esta clase de medicinas la aspirina, ibuprofeno y el naproxeno.

Los fármacos que derivan del opio e incluyen derivados muy conocidos, como la morfina, la codeína y la tebaina, tienen propiedades similares a la morfina y pueden ser naturales, semisintéticos o sintéticos. (WHO, 1990) Su efecto se produce mediante receptores específicos de membrana, que han sido identificados en las membranas pre y postsinápticas del sistema nervioso central, en un número de cinco: mu (𝛍), capa (k), delta (𝛿), epsilon (𝜺) y sigma (ς). El efecto básico de los opioides es la inhibición neuronal, ya sea bloqueando la liberación de neurotransmisores o hiperpolarizando la célula a través de cambios en los canales de calcio y de potasio, reacción mediada por un sistema de segundos mensajeros que involucra una proteína G Mediante la experimentación se llevó a cabo un estudio comparativo sobre la actividad analgésica de un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (Ketorolaco) y un opioide (tramadol) en ratas Wistar, mediante la prueba de placa caliente para determinar su potencia y eficacia.

MATERIALES Y MÉTODOS

Selección de fármacos y productos químicos

A los efectos de este trabajo se seleccionaron ketorolaco (Fármaco AINE) y Tramadol (fármaco opioide).

Forma farmacéutica y formulación de los fármacos

Ketorolaco Denominación genérica: Ketorolaco trometamina. 

Cada ml de solución inyectable contiene: 

Ketorolaco trometamina...........30 mg Vehículo, c.b.p. ………………… 1 ml.

Tramadol Denominación genérica: Tramadol. 

Cada ampolleta de 2ml contiene: 

Clorhidrato de tramadol ....... 100 mg Vehículo cbp ............................ 2 ml

Preparación de los fármacos de experimentación

Se realizó una dilución del fármaco tramadol (100mg/ 2ml) en un volumen de 50 ml de agua destilada siendo esta la solución administrada al lote experimental correspondiente. El ketorolaco fue administrado respetando su concentración inicial.

Selección de los animales de experimentación

Se emplearon 10 ratas Wistar con un peso promedio entre los 200g - 300g para evaluar el efecto analgésico del ketorolaco y tramadol. Los animales estuvieron alojados en condiciones ambientales estándar de temperatura (24 ± 1 ° C) y humedad relativa de 30-70%, bajo un ciclo de luz oscuridad (12:12 horas). Todos los animales tuvieron libre acceso al agua y una dieta ad libitum.

Preparación de animales experimentales

Se realizó un marcaje temporal (ácido pícrico), pesaje y distribución de los animales en tres lotes diferentes: control, tratamiento 1 (Ketorolaco) y tratamiento 2 (Tramadol) utilizando el método curva culebra japonesa en donde se tomó en cuenta el peso de los animales, asegurando que en cada lote no existiera una variación de peso mayor a 10 gramos, estableciendo las dosis a administrar para cada fármaco como se muestra a continuación:

El lote control sirvió como referencia de la conducta y reacciones que presentaron las ratas Wistar que no fueron sometidos a la administración de Ketorolaco y Tramadol. En los lotes tratados con Ketorolaco y Tramadol, respectivamente, se evaluó el efecto analgésico generado en los modelos biológicos de estudio tras la administración del fármaco en cuestión.

Prueba de la placa caliente
Este test se utilizó para evaluar la sensibilidad al dolor térmico y detectar las propiedades analgésicas de los fármacos Ketorolaco y Tramadol en los modelos biológicos. Esta prueba se realizó por duplicado tanto para el lote control como para los lotes de tratamiento, consistió en introducir a las ratas en un espacio cilíndrico colocándolas encima de una placa caliente durante 15 segundos. La placa se mantuvo a una temperatura constante de 50°C y se midió la latencia de reacción del animal manifestada de tres maneras: el número de lamidas de las patas, números de saltos y el número de levantamientos de las patas.

RESULTADOS

Tabla 1. Datos generales de las ratas Wistar experimentales

Tabla 2. Evaluación de la respuesta a la administración del analgésico opioide Tramadol, por medio del método de la placa caliente.
Tabla 3: Evaluación de la respuesta a la administración del analgésico AINE ketorolaco, por medio del método de la placa caliente.
Gráfica 1: Potencia y eficacia para tramadol de acuerdo con número de saltos evaluados en modelo de placa caliente
Gráfica 2: Potencia y eficacia para tramadol de acuerdo con número de levantamientos de pata evaluados en modelo de placa caliente
Gráfica 3: Potencia y eficacia para ketorolaco de acuerdo con número de saltos evaluados en modelo de placa caliente
Gráfica 4: Potencia y eficacia para ketorolaco de acuerdo con número de levantamientos de pata evaluados en modelo de placa caliente

DISCUSIÓN

El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con una lesión hística real o potencial, o que se describe como ocasionada por dicha lesión. Su fisiopatología es un proceso complejo del sistema nervioso central y periférico. (Schuna A.A, Schmidt M.J., et al; 1999)
Los estados de dolor provocan una estimulación del sistema nervioso simpático que a su vez desencadena la liberación de catecolaminas. Estas dan lugar a un aumento de la contractibilidad y frecuencia cardíaca, taquicardia y vasoconstricción periférica que aumentan la presión arterial y el consumo de oxígeno del miocardio. La centralización de la circulación da lugar a un aumento de la irrigación de los órganos parenquimatosos con lo que también incrementa su absorción y consumo de oxígeno. Por el contrario, periféricamente empeora la oxigenación a causa de la vasoconstricción lo que puede generar acidosis. Si el dolor se mantiene por períodos prolongados pueden producirse estados de shock con bradicardia, hipotensión, CID y aumento de la permeabilidad vascular. Hay una reducción de los movimientos respiratorios y la consiguiente hipoventilación. Este desequilibrio produce una hipoxia generalizada, acidosis respiratoria y metabólica. Como el volumen inspirado es cada vez menor se producen atelectasias pulmonares que predisponen a las neuropatías y en el peor de los casos lleva a un shock neurogénico. (Schuna A.A, Schmidt M.J., et al; 1999)

Los fármacos más utilizados en el tratamiento farmacológico del dolor son principalmente los opioides y los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). En este estudio se evaluó la actividad analgésica del tramadol y del ketorolaco en ratas wistar, los cuales pertenecen a los grupos farmacológicos mencionados con anterioridad, respectivamente.
Los receptores del dolor son denominados nociceptores y se encuentran principalmente en piel y otros tejidos. Estos son terminaciones libres que reaccionan frente a estímulos mecánicos, térmicos o químicos. La respuesta ante el estímulo nocivo se da por medio de reflejos de retirada o flexión, que es el resultado de la contracción de un músculo flexor (agonista) y la relajación del músculo extensor (antagonista). Este reflejo de retirada o de flexión es uno de los parámetros más utilizados en el estudio sobre la respuesta ante un estímulo nocivo, denominada también respuesta nociceptiva, que puede ser provocada por un estímulo químico o térmico. En roedores, esta respuesta ha sido utilizada para estudios farmacológicos y de la fisiología de la nocicepción. (Fitzgerald M., 2005)

Como método algesiométrico en este trabajo se utilizó el de la placa caliente, el cual es un método que se emplea comúnmente para evaluar la sensibilidad al dolor térmico. La prueba de la placa caliente es un test sencillo y rápido para detectar las propiedades analgésicas de las drogas en cuestión utilizando roedores como modelo biológico. Esta prueba consiste en introducir una rata o ratón en un espacio cilíndrico abierto por arriba y colocandolo encima de una placa caliente. La placa se mantiene a una temperatura constante, que en este caso fue de 50oC +/- 2, y se mide la latencia de reacción del animal que se manifiesta de tres maneras: la lamida de las patas, el levantamiento de las patas y el salto, en donde se considera como salto el levantamiento de ambas patas de la placa al mismo tiempo. Dichas respuestas se consideran como respuestas integradas supraespinales. El tiempo en el que se mantuvo a cada una de las ratas en la placa caliente para este trabajo fue de 15 segundos, después se esperaba un minuto y se volvía a hacer la prueba por duplicado con el mismo animal, reportandose tanto en la tabla 2 como en la tabla 3 de cada analgésico correspondiente, el promedio de los resultados obtenidos para cada parámetro evaluado.

Es necesario mencionar que una particularidad de esta prueba es que se consideran los resultados obtenidos en la primera vez que se somete al animal a la prueba, debido a que son más confiables dado que, cuando se ha hecho un experimento con el animal, este ha aprendido las condiciones a las que fue sometido y a partir de este momento, una vez que se pone el animal encima de la placa caliente, salta muy rápidamente sin expresar las conductas iniciales.

El primer fármaco empleado fue el tramadol, el cual es un potente analgésico considerado dentro del grupo de los agonistas opiáceos que pertenece a la familia de las fenilciclohexanol-aminas. Su efecto analgésico es principalmente de acción central y ha sido usado para el tratamiento de dolor de moderado a severo, de origen agudo o crónico. También puede utilizarse como analgésico preoperatorio, como complemento de anestesia quirúrgica, en el postoperatorio y procedimientos de exploración diagnóstica que cursen con dolor. (Flórez J.,2000). Tiene dos mecanismos de acción complementarios. El enantiómero (+) tiene moderada afinidad por los receptores μ opioides y también inhibe la recaptura de serotonina, mientras que el enantiómero (-) es un potente inhibidor de norepinefrina. (Prakash S., Tyagi R.,et al, 2006). De este modo, existe paralelismo con los antidepresivos que, se cree, potencializan el efecto de aminas en los sistemas de alivio del dolor endógeno. Hay evidencia de que en el tramadol ambos mecanismos actúan sinérgicamente con respecto a la analgesia.

El medicamento en cuestión logra la modulación medular del dolor a través de activación indirecta de los adrenoreceptores alfa-2 postsinápticos, lo cual impide que los impulsos lleguen al cerebro. Así pues, el efecto global del tramadol es resultado de múltiples mecanismos de acción farmacológica opioides y no opioides, de modo que el grado de alivio del dolor es mayor que la suma de los componentes individuales de su acción. Esta sinergia deriva en una reducción significativa de la gama de efectos colaterales típicamente asociados con los opioides, lo que mejora el perfil de seguridad del mismol. (Prakash S., Tyagi R.,et al., 2006). Es útil en dolores de tipo tumoral, en el infarto del miocardio, dolores postquirúrgicos, postraumáticos, del parto y procedimientos diagnósticos invasivos.
Respecto a los resultados obtenidos para tramadol (tabla 2) encontramos qué para el parámetro de número de saltos, la rata control tuvo un promedio de 8 saltos, esta rata se tomó como referencia para analizar los resultados obtenidos en los lotes experimentales adicionales. De acuerdo con los resultados mostrados se pudo observar una disminución de esta respuesta a medida que la dosis del fármaco fue en aumento para cada una de las ratas; encontrando que para la dosis más alta (131.58 mg/kg) el número de saltos fue de 2, lo cual es totalmente congruente, pues el salto del animal refleja la intensidad del dolor térmico que está experimentando y debido a que esta fue la mayor dosis de trabajo para el tramadol puede decirse que la intensidad del dolor disminuye. De manera similar, en el caso del levantamiento de patas para el lote control fueron reportados un total de 23 levantamientos siendo observada mayoritariamente la disminución de la respuesta ante el estimulo térmico de manera directamente proporcional al aumento de la dosis administrada del fármaco opiode con excepción de la dosis mínima administrada (22.62mg/kg). Ahora bien, como puede ser observado para el siguiente parámetro evaluado, es decir, el número de veces que el animal lamió sus patas, pudimos percatarnos de una clara incongruencia en los resultados experimentales, pues se esperaba que la rata control evidenciara la mayor respuesta ante el estímulo térmico ya que al no estar bajo el efecto de un analgésico este animal tuvo que haber experimentado el mayor dolor, sin embargo no sucedió de esta manera siendo que para la determinación de este parámetro las ratas control no evidenciaron dicho comportamiento mientras que las ratas tratadas si lo experimentaron, lo cual nos llevó a discriminar los resultados obtenidos rechazandolos como un parámetro confiable para estimar el efecto analgésico del tramadol. Dichas incongruencias en los resultados fueron atribuidas a que la prueba de placa caliente es un test que depende mucho de la perspectiva de los investigadores que están llevando a cabo la prueba y a su capacidad de contabilizar todos los parámetros evaluados a la vez, de manera adicional se podría atribuir a una incorrecta administración del fármaco en los modelos biológicos de estudio siendo es importante también considerar que el propio metabolismo de cada animal es diferente.
No puede mencionarse que el fármaco todavía no empezaba a ejercer su efecto (analgesia) sobre los animales puesto que el tramadol tiene una biodisponibilidad absoluta del 41-84 % lo que es favorable con relación a otros analgésicos de acción central así como un tiempo de vida biológica media de 6h. presentando el comienzo de acción tras 5 a 10 minutos después de la aplicación intravenosa y después de su administración oral siendo que la realización de la prueba de la placa caliente fue de una hora después de haber administrado el tramadol en las ratas Wistar. Adicionalmente debe mencionarse que el fármaco es ampliamente metabolizado en el hígado (85 % de una dosis oral es metabolizada por esta vía) y aproximadamente el 90 % es excretada por los riñones mientras que un 10 % aparece en las heces fecales. (Bamigbade TA, Langford RM., 2000).

En segundo lugar, se administró ketorolaco a un segundo lote experimental. El ketorolaco se describe como un fármaco antiinflamatorio no esteroideo que posee propiedades analgésicas y antipiréticas encontrándose indicado como analgésico para el alivio a corto plazo del dolor. Cuando se administra sistémicamente su eficacia analgésica y el comienzo del efecto son similares a los de la morfina, pero acompañados de menos efectos secundarios, en particular somnolencia, náuseas y vómitos. Los efectos antiinflamatorios de ketorolaco son consecuencia de la inhibición periférica de la síntesis de prostaglandinas mediante el bloqueo de la enzima ciclooxigenasa. Las prostaglandinas sensibilizan los receptores del dolor, y su inhibición se cree que es responsable de los efectos analgésicos del ketorolaco. La mayoría de los AINEs no modifican el umbral del dolor ni afectan a las prostaglandinas existentes, por lo que el efecto analgésico es más probablemente periférico. La antipiresis puede ocurrir a través de la dilatación periférica causada por una acción central sobre el hipotálamo. Esto se traduce en un flujo creciente de la sangre cutánea y pérdida subsiguiente de calor. Otros efectos debidos a la inhibición de las prostaglandinas son la disminución de la citoprotección de la mucosa gástrica, las alteraciones de la función renal, y la inhibición de la agregación plaquetaria. El ketorolaco presenta una débil actividad como bloqueante anticolinérgico y alfa-adrenérgico. (Flower, RJ, et al. 2005)

Los resultados obtenidos por el método de la placa caliente mostrados en la tabla 3, dan a conocer que en las dosis más altas administradas de dicho fármaco (60 mg/kg y 90 mg/kg), el número de saltos fue nulo indicando que el efecto analgésico se presentaba por completo al grado de inhibir el dolor debido al bloqueo de la generación del impulso doloroso como resultado de la reducción de la actividad de las prostaglandinas y posiblemente mediante inhibición de la síntesis y/o acciones sobre otros mediadores locales de la respuesta inflamatoria, todo esto a nivel periférico.

Respecto al número de levantamiento de patas se observa una relación inversamente proporcional entre este parámetro y la dosis de ketorolaco, es decir, que a una menor concentración del fármaco, el modelo biológico respondía levantando las patas un mayor número de veces, exceptuando la dosis máxima administrada (90 mg/kg) en donde contrario a lo que se esperaba y rompiendo el comportamiento antes descrito, el animal de experimentación presentó 20 levantamientos de patas. Esto da lugar a que la dosis de ketorolaco ideal para ejercer el efecto antiinflamatorio y analgésico se debe de estimar y no necesariamente ejerce el mejor efecto analgésico a mayores concentraciones debido a que la capacidad analgésica no aumenta una vez sobrepasada cierta dosis, lo que se denomina “efecto techo”. (Aliaga, L. et al, 2009)

En cuanto al número de veces que la rata lame las extremidades posteriores, este parámetro fue creciendo de manera directamente proporcional al aumento de la dosis. Si bien la respuesta al estímulo del dolor inducido por el calor provoca que el animal tenga esta respuesta, y tomando en cuenta que el fármaco contribuye a la disminución en la sensación de dolor, este comportamiento puede ser explicado debido a que el ketorolaco actúa eficazmente a una determinada dosis y no precisamente incrementa su efecto al aumentar la concentración, como ya se mencionó anteriormente. Una particularidad de la prueba en placa caliente es que solo se puede aplicar una vez en cada animal, solo en el caso en el que se ha evaluado la respuesta del salto. Efectivamente, cuando se ha hecho un experimento con el animal, este ha aprendido que al ser colocado en la placa sentirá dolor y una vez que se pone el animal encima de la placa caliente, salta inmediatamente al estar en contacto con la misma, sin expresar las conductas de lamer las extremidades inferiores como lo hacía inicialmente. (Le Bars D et al. 2001) Es debido a que en la experimentación se sometieron a los animales a la prueba de la placa caliente dos veces que esta acción pudo modificar el comportamiento del modelo biológico hacia la respuesta de dolor producida por calor y la analgesia provocada por el fármaco. Cabe mencionar que los antiinflamatorios no esteroideos producen alivio del dolor leve-moderado, sobre todo el asociado a la inflamación, son analgésicos de menor potencia que los opiáceos, pero no tienen los efectos indeseables de éstos sobre el SNC.

Ahora bien, tomando en consideración los resultados previamente analizados y siguiendo la finalidad principal de dicho estudio, podemos hacer mención de dos términos primordiales siendo estos la potencia y la eficacia. En primer lugar, se describe como potencia de un fármaco a la concentración del mismo requerida para obtener un efecto determinado mientras que se entiende por eficacia a la intensidad de la respuesta causada por un fármaco, lo que a su vez puede ser descrito como su actividad intrínseca. Como ha sido mencionado con anterioridad un analgésico es aquel fármaco que actúa en las vías de conducción del dolor del SNC dando lugar a la producción de efectos como la analgesia, el alivio y/o desaparición el dolor. Es por esto que un analgésico potente y eficaz será aquel que pueda dar origen a los efectos antes mencionados tras la administración de una mínima cantidad de fármaco siendo que dicha propiedad no sea un factor limitante en la producción y origen del 100% de su efecto ideal, en este caso analgésico, sobre el individuo. De acuerdo con los datos obtenidos tras la sesión experimental podemos entonces decir que dentro del lote experimental administrado con el fármaco tramadol logró observarse una mayor eficacia y potencia del mismo con una dosis de 40.98 mg/kg esto con respecto al comportamiento de los parámetros analizados en el lote control siendo posible mencionar que la potencia del fármaco resulta indicada debido a que se encuentra muy por debajo de la dosis máxima reportada en la literatura para dicho fármaco (400 mg/kg). Por otra parte, en el caso del lote administrado con el analgésico ketorolaco, pudo hacerse evidente una mayor eficacia del mismo en una dosis de 60 mg/kg sin embargo, puede también mencionarse que en este caso la potencia del mismo no resulta la más indicada puesto que la dosis empleada se encuentra muy cercana a la dosis máxima reportada en la literatura (90 mg/kg) para este fármaco. Es debido a que ambos fármacos presentan diferentes clasificaciones y mecanismos de acción que no resulta factible el indicar cuál de los dos posee una mayor eficacia y/o potencia, uno con respecto al otro. Lo que sí resulta posible indicar es que de acuerdo con la literatura, la combinación de ambos fármacos tiene como objetivo el optimizar los regímenes de dosis con el fin de obtener mayores efectos analgésicos y a su vez disminuir la cantidad de efectos adversos originados con su administración. Se sabe que la administración combinada de fármacos opioides con AINES puede dar lugar al uso de menores dosis de los primeros fármacos mencionados con una elevada cantidad de efectos terapéuticos.

El mecanismo por el cual los AINES y opioides interactúan para producir sinergia antinociceptiva es
desconocido, sin embargo de acuerdo con los resultados obtenidos por López, et.al., se sabe que existe un sinergismo positivo entre ambos fármacos siendo que la actividad antinociceptiva de cada uno tiende a ser menor a aquella observada cuando son administrados de manera conjunta, siendo que la potenciación de los efectos antinociceptivos fue demostrada cuando se emplearon dosis bajas de tramadol ya sea con dosis bajas o elevadas de ketorolaco, lo cual es un indicador de que la interacción sinérgica de ambos fármacos es dependiente de la dosis. A partir de las evidencias anteriores se han desarrollado y registrado en México varias formulaciones de la combinación a dosis fija de ketorolaco-tramadol. (Zackova M, et al, 2002)

Al realizar este estudio se observó que el tramadol y el ketorolaco produjeron una analgesia comparable en cuanto a efectividad. Sin embargo, estudios indican que algunos efectos adversos del tramadol son más significativos que los del ketorolaco. Debido a que es un analgésico que actúa centralmente con un mecanismo de acción triple. Por último, resulta importante mencionar que las reacciones adversas que pueden presentarse por el uso de la asociación de estos fármacos se deben a su administración en dosis altas y por un tiempo prolongado. (Zackova M, et al, 2002)

CONCLUSIONES

En este proyecto experimental se realizó un estudio comparativo sobre la actividad analgésica de un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (ketorolaco) y un opioide (tramadol) en ratas wistar por medio del modelo farmacológico de la placa caliente con el cual se determinó que el tramadol tuvo mejor potencia y eficacia con una dosis de 40.98 mg/Kg a comparación del fármaco antiinflamatorio no esteroideo ketorolaco, el cual mostró una mayor eficacia a una dosis de 60 mg/kg, dosis cercana a la dosis máxima reportada en la literatura (90 mg/kg). Estos resultados sugieren que el mecanismo de acción del fármaco es un parámetro que influye en el efecto analgésico de ambos fármacos en el modelo experimental, aunado a esto, con base en los datos reportados de manera literaria puede complementarse que existe evidencia de un sinergismo positivo entre el ketorolaco y el tramadol siendo que la administración combinada de fármacos opioides con AINES puede dar lugar al uso de menores dosis de los opioides con una elevada cantidad de efectos terapéuticos.

REFERENCIAS
Aliaga L, Baños J, de Baturell C, Molet J, Rodriguez de la Serna A. (2005) “AINE en el dolor postoperatorio. Dolor postoperatorio, cap. 2”. Curso interactivo del dolor. Sanofi-Winthrop,
Bamigbade TA, Langford RM. (2000). The clinical use of tramadol hidrochloride. Pain Reviews; 5(3): 155-82.
Le Bars D et al. (2001) “Animal Models of Nociception”. Pharmacological Reviews. 53(4):597-652.
Fitzgerald M. The development of nociceptive circuits. Nat Rev Neurosci 2005; 6: 507–20.
Flórez J. (2000). Farmacología Humana. 3ra Ed. Masson. Barcelona, p. 435-452
Flower RJ, Moncada S, Vane JR. (2009) “Agentes analgésico antipiréticos y antiinflamatorios; drogas empleadas en el tratamiento de la gota: Goodman Gilman A, Goodman LS, Rall TW, Murad S: Las bases farmacológicas de la terapéutica” 7ªed, cap. 29. Panamericana.
López, F. [et.al.] (2004) Analysis of the analgesic interactions between ketorolac and tramadol during arthritic nociception in rat. European Journal of Pharmacology 484. 157–165
Prakash S., Tyagi R., Gogia A.R., Singh R., Prakash S. 2006. Efficacy of three doses of tramadol with bupivacaine for caudal analgesia in pediatric inguinal herniotomy. British Journal of Anaesthesia, 97(3):385-388.
Schuna A.A., Schmidt M.J., Walbrandt Pigarelli D. 1999. Rheumatoid arthritis and the seronegative spondyloarthropathies. En DiPiro J.T., Talbert R.L., Yee G.C., Matzke G.R., Wells B.G., Posey L.M. (eds). Pharmacotherapy: A Pathophysiologic Approach. 3a Ed. Appleton & Lange, Stamford CT, p. 1259-1278.
Zackova M, Taddei S, Caló, P. (2002). “Ketorolaco vs. Tramadol en el Tratamiento del Dolor Posoperatorio durante la Cirugía Máxilofacial” Sociedad Iberoamericana de Información Científica
















Ansiolíticos

 INTRODUCCIÓN

La ansiedad es un síntoma que puede presentarse formando parte de distintos cuadros psiquiátricos tales como episodios depresivos, maníacos, psicóticos, etc. Sin embargo, también puede constituir un síndrome en sí misma manifestándose como componente emocional, cognitivo y/o comportamental (palpitaciones, sudoración, tensión muscular, etc.) de distintos trastornos psiquiátricos como las crisis de angustia (panic aĥack), el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno por estrés postraumático entre otros. ( KATZUNG, B., 2002)

La ansiedad se convierte en patológica cuando adquiere la categoría de que, en lugar de favorecer el comportamiento, lo interfiere y el individuo desplaza su atención sobre ella; es decir, la convierte en la vivencia de un senĕmiento de amenaza, de expectación tensa ante el futuro y la alteración desproporcionada de un peligro no real o existente.

En la ansiedad existen varios componentes como:

a) senĕmientos de aprensión, temor, angusĕa frente algo que se valora como amenazante.

b) Estado de irritabilidad que puede llegar a la pérdida de la capacidad de concentración.

c) Conjunto de síntomas somáĕcos variables como: sudoración, palpitaciones, opresión precordial, faĕga, micciones frecuentes, cefalea, mialgias, insomnio, molesĕas digesĕvas, etc.

Los ansiolíĕcos son fármacos psicotrópicos (provocan cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y comportamiento del paciente) con acción depresora del sistema nervioso central, desĕnado a disminuir o eliminar los síntomas de la ansiedad sin producir sedación o sueño. Sin embargo existe una clara tendencia a considerar el efecto ansiolíĕco como el primer paso de una línea conĕnua de efectos progresivos: ansiolisis‐ hipnosis‐ anestesia‐ muerte. (FLORES, 2003)

La gran mayoría de medicamentos usados con este fin son las denominadas benzodiazepinas; las cuales actúan en el sistema nervioso central sobre el complejo ácido gamma‐aminobuėrico (GABA), potenciando su acción inhibitoria; se pueden administrar por vía oral y algunas de ellas por vía intramuscular e intravenosa.

Existen también fármacos no benzodiacepínicos con perfil ansiolíĕco y/o sedaĕvo como antihistamínicos (ej. difenhidramina), buspirona y barbitúricos. Estos últimos, desde que se dispone de benzodiazepinas, han dejado de uĕlizarse para el manejo de la ansiedad dado su bajo índice terapéuĕco y hoy su uso ha quedado limitado para anestesia intravenosa y como anticonvulsivantes (REMINGTON, 1998)

En este trabajo estudiaremos el mecanismo de acción del Diazepam; así como también determinaremos la dosis que produce un efecto ansiolíĕco sobre el Sistema Nervioso Central en ratones albinos empleando el modelo de Plus‐maze.

El Diazepam pertenece al grupo de las benzodiazepinas que como ya se mencionó actúan sobre el Sistema Nervioso Central, siendo los efectos más importantes de estos fármacos la sedación, hipnosis, menor ansiedad, relajación muscular y acĕvidad anĕconvulsivante. ( KATZUNG, B., 2002)

OBJETIVO

Estudiar y evaluar el efecto que produce el diazepam sobre el Sistema Nervioso Central (SNC) en ratones albinos, mediante el modelo del laberinto en cruz elevado (PLUS‐MAZE) y de esta manera definir la dosis que produce un efecto ansiolíĕco sobre nuestro modelo biológico de estudio.

HIPÓTESIS

Si se evalúa el efecto que produce un fármaco ansiolíĕco (Diazepam) sobre el Sistema Nervioso Central en nuestro modelo biológico de estudio (ratones albinos), mediante los distintos parámetros estudiados por el modelo PLUS‐MAZE ( espaciotemporales y etológicos); entonces determinaremos la dosis en la cual el modelo de estudio se encuentra bajo un efecto de baja ansiedad.

DIAGRAMA ECOLÓGICO


RESULTADOS



ANÁLISIS DE RESULTADOS
El test del laberinto en cruz elevado es un modelo para medir la ansiedad en roedores, el cual es ampliamente usado en el descubrimiento de nuevos agentes ansiolíĕcos además de protocolos enfocados en la invesĕgación de las bases tanto fisiológicas como neuroquímicas de la ansiedad. El modelo se encuentra fundamentado en las observaciones de Montgomery, las cuales indican que las ratas pasan menos ĕempo explorando los brazos abiertos de un laberinto elevado en forma de “Y” en comparación con los brazos cerrados del mismo.

En la actualidad este modelo presenta una forma de cruz y posee un par de brazos elevados abiertos y cerrados, respectivamente. Éste ha ganado una amplia aceptación debido a que: su ejecución resulta fácil y simple, el equipo que emplea es relativamente barato y dentro de algunos laboratorios permite la detección de fármacos considerados como ansiolíĕcos. Adicionalmente, es considerado etiológicamente válido debido a que emplea estimulos naturales que pueden inducir la ansiedad en humanos ya que se asume que los brazos abiertos del laberinto combinan tanto el miedo a un espacio nuevo altamente iluminado así como, el miedo a balancearse sobre una plataforma elevada; relativamente estrecha. En contraste, los brazos cerrados presentan muros elevados que forman un callejón angosto que confieren una sensación de protección contra depredadores potenciales. (Dawson, 1995)

Existen respuestas que son fácilmente evaluadas y cuantificadas con este modelo, siendo las más ėpicas el número de entradas y el tiempo de permanencia en brazos abiertos o cerrados. El comportamiento en esta prueba, como la acĕvidad en brazos abiertos, refleja el conflicto entre la preferencia del roedor por las áreas protegidas (brazos cerrados) y su moĕvación innata por explorar nuevos entornos (brazos abiertos). Por otro lado, el comportamiento ansiolíĕco descrito por un mayor ĕempo de permanencia en brazos abiertos así como un mayor número de entradas a los mismos puede ser determinado de manera simultánea con una medición de la actividad motora espontánea o dicho de otra forma, el número total de entradas a brazos cerrados aunque cabe mencionar que según lo reportado en la literatura, el número de entradas en los brazos puede no ser una medida ópĕma de la acĕvidad motora. Además, otras medidas etológicas que pueden ser observadas en roedores son inmersiones de cabeza, bolos fecales, bloqueos o posturas de esĕramiento. (Walf, 2007)

Ahora bien, durante la sesión experimental fueron empleados ratones albinos como modelo biológico para evaluar el comportamiento de ansiedad tras la administración del fármaco Diazepam. Como bien lo indica la literatura, éste pertenece al grupo de las benzodiazepinas las cuales actúan sobre el sistema nervioso central. De manera clínica, son empleados como sedantes y ansiolíĕcos o bien para el tratamiento de epilepsias, pánico y otro ĕpo de desórdenes. Las benzodiazepinas poseen una estructura común la cual incluye un anillo bencénico fusionado con un anillo diazepínico, es decir, una molécula heterocíclica con dos nitrógenos.
En cuanto a su farmacodinamia, se sabe que estos fármacos presentan como blanco principal el receptor GABAa, un canal iónico acĕvado por ligandos; específicamente acĕvado por el ácido γ‐aminobuėrico (GABA). La acĕvidad neuronal en el cerebro es regulada por entradas excitatorias así como acĕvidades inhibitorias además, la esĕmulación de la acĕvidad GABAérgica ya sea por ligandos endógenos, benzodiazepinas u otros fármacos, resulta en la sedación, amnesia y ataxia mientras que la atenuación de este mismo sistema da lugar a la excitación, ansiedad, inquietud, insomnio y reacĕvidad exagerada.
El neurotransmisor GABA es transportado dentro de vesículas y almacenado en la neurona presinápĕca y tras el arribo del impulso nervioso, estas vesículas estallan dando lugar a la liberación de GABA en la sinapsis donde se puede unir al receptor GABAa. De esta forma, la unión de ambos abre el canal, originando la conducción de los iones cloruro a través de la membrana neuronal por lo tanto se incrementa el potencial de membrana de la neurona lo cual hace más dificil la despolarización de la membrana y por ello la excitación de la célula, resultando en la inhibición de la descarga neuronal. Finalmente, el término de la señal GABAérgica se logra con la recepción de GABA a la célula sinápĕca por los transportadores de GABA siendo SLC6A1 y SLC6A11 los principales jugadores en la regulación de la neurotransmisión GABAérgica en el sistema nervioso. (Whirl‐Carrillo, 2012)
Habiendo descrito la farmacodinamia de las benzodiazepinas y por ende la del Diazepam, resulta posible el analizar las diferencias obtenidas tras la ejecución del modelo farmacológico plus‐maze”.

En primer lugar, como puede ser observado en la Gráfica 1, en comparación con el lote control, el porcentaje de entrada a brazo abiertos (%Eba) así como el porcentaje de ĕempo en brazos abiertos (%Tba) se vieron considerablemente aumentados, 46.70% y 12.60% respectivamente, bajo una dosis de trabajo de 3.54mg/kg. Con respecto a lo antes mencionado, la literatura menciona que en el modelo de laberinto en cruz elevado, el número total de entradas a los brazos es tomado como un índice de la acĕvidad locomotora. De esta forma, puede ser afirmado que la acĕvidad ansiolítica del Diazepam aumenta de manera directamente proporcional a medida que la dosis se incrementa debido a que durante el transcurso de la prueba los roedores permanecieron una mayor cantidad de tiempo y presentaron una mayor frecuencia de entrada a los brazos abiertos del laberinto. (Walf, 2007)
Otros parámetros que también fueron evaluados y que eran indicativos del grado de ansiedad en el que se encontraba cada ratón fueron el número de estiramientos y de bolos fecales. En la literatura se reporta que en general cualquier roedor que se encuentre en situación de estrés (por ejemplo cuando lo tomamos de la cola) defecará y tenderá a estirarse con mayor frecuencia; por lo que al comparar lo anteriormente expuesto con nuestros resultados (Tabla 2) pudimos darnos cuenta que en comparación con el lote control, el número de bolos fecales y de esĕramientos se vieron disminuidos bajo la dosis antes mencionada (3.54mg/kg) en la que los porcentajes de entrada a brazos abiertos y tiempo en brazos abiertos, se vieron aumentados.

De esta forma y considerando todos los parámetros evaluados se puede afirmar con mayor seguridad que la dosis que permitió que nuestros modelos biológicos (ratones albinos) estuvieran bajo un efecto de disminución en la ansiedad fue la de 3.54mg/kg.
Finalmente es importante mencionar que existen factores ambientales que influyen en los resultados obtenidos mediante este test; por ejemplo la luz, la temperatura y el ruido. En este caso nosotros trabajamos bajo una luz roja. Debido a que los roedores ĕenen solo dos tipos de conos (visión dicromática), su retina es únicamente sensible a la percepción de la luz verde y azul siendo que los demás colores son observados como matices de gris. De este modo, al emplear la luz roja resultó posible el observar el comportamiento de los roedores ya que estos presentaron la perspecĕva de encontrarse en condiciones de oscuridad lo cual fue un factor externo que bajo ciertas dosis del fármaco les ayudó a disminuir sus niveles de ansiedad. Por otra parte, se trató de reducir al mínimo la producción de ruidos ya que este factor externo presenta la capacidad de inducir condiciones de estrés en los roedores.

CONCLUSIONES
Por medio del modelo farmacológico de plus‐maze se logró evaluar la acción del fármaco diazepam bajo dos concentraciones disĕntas así como diferentes dosis, siendo posible el determinar que a mayores dosis, este ejerce un evidente efecto depresor del sistema nervioso central puesto que actúa como ansiolíĕco permiĕendo una observable disminución de los niveles de ansiedad en ratones albinos, siendo esta una variable medida en función de la permanencia y entrada a los brazos abiertos del laberinto en cruz elevado así como un notable descenso de otras conductas ligadas a la ansiedad como la defecación y las posturas de esĕramiento. De esta forma, se concluyó que la dosis de diazepam capaz de inducir un mejor efecto ansiolíĕco en ratones albinos fue de 3.54 mg/kg.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
DAWSON, G. TRICKLEBAND, M. (1995) Use of the elevated plus maze in the search for novel anxiolytic agents. [en línea] Elsevier Science: Current Techniques. v. 16 Consultado el: 13 de febrero de 2016. Disponible en: hĥp://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/7762079
FLORES, (2003). Farmacología humana. Cuarta ed.,MASSON, 480 págs., Madrid‐España.
KATZUNG, B., (2002). Farmacología Básica y Clínica. 8 ° edición. Editorial Manual Moderno, 276 págs, Barcelona‐España.
REMINGTON, (1998). Farmacia. Décimo sépĕma ed. Médica Panamericana, 226 págs, Madrid‐ España.
WALF, A. FRYE, C. (2007) The use of the elevated plus maze as an assay of anxietyrelated behavior
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hĥp://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/arĕcles/PMC3623971/pdf/nihms452836.pdf
WHIRL‐CARRILLO, M. MCDONAGH, E. [et,al] (2012) "P harmacogenomics Knowledge for Personalized Medicine " Clinical Pharmacology & Therapeutics 92(4): 414‐417 .far

Hipnóticos

 INTRODUCCIÓN

Casi la mitad de los casos de insomnio crónico tienen una causa psiquiátrica, el resto está relacionado con enfermedades médicas y trastornos del sueño. El insomnio primario se diagnostica cuando no se identifica la causa. La higiene del sueño y el tratamiento de los trastornos subyacentes constituyen la aproximación terapéutica inicial del insomnio. (Hernández, H, 2010).

Los sedantes son agentes que disminuyen la excitación y tranquiliza sin inducir sueño, si bien puede causar somnolencia. La sedación implica la disminución de la sensibilidad a cualquier nivel de estimulación; está asociada con cierta reducción de la actividad motora y la ideación. Un hipnótico en dosis bajas puede producir un efecto sedante.

Los fármacos hipnóticos son agentes que inducen o mantienen un sueño con características similares a las del sueño fisiológico. (Mendoza Patiño , N. 2008). A excepción de las benzodiazepinas (BDZ), los fármacos llamados hipnóticos-sedantes pertenecen a un grupo de sustancias que deprimen el SNC de una manera no selectiva y, dependiendo de la dosis, producen calma o somnolencia (sedación), sueño (hipnosis farmacológica), inconsciencia, anestesia quirúrgica, coma y depresión fatal de las funciones respiratoria y cardiaca. Estos efectos son los mismos que, dependiendo de la dosis, observamos con varios alcoholes, incluido al etanol. Los hipnóticos benzodiazepínicos y nobenzodiazepínicos promueven el sueño actuando sobre receptores benzodiazepínicos que incrementan la actividad GABA. 

Las principales diferencias entre estos hipnóticos estriban en la duración de la acción. Los riesgos de tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia son mucho menores en los hipnóticos no benzodiazepínicos. Otros fármacos comunes en el tratamiento del insomnio incluyen antihistamínicos, sedantes y determinados antidepresivos. El tratamiento conductual del insomnio suele ser eficaz. Una serie de técnicas como las terapias de relajación, de estímulo control, de restricción de sueño o cognitivas, han demostrado su efi cacia solas o en combinación con la terapia farmacológica. (Salazar, M. 2004).

Un fármaco sedante disminuye la actividad, modera la excitación y calma al que la recibe. Un fármaco hipnótico produce somnolencia y facilita el inicio y el mantenimiento de un estado de sueño parecido al normal. En base a lo anterior, se realizó un estudio de laboratorio con la finalidad de comparar el efecto de dos fármacos (Pentobarbital sódico y Diazepam) para poder determinar la dosis a la cual ejercen un efecto sedante o hipnótico.

OBJETIVO

Evaluar el efecto del pentobarbital sódico y el diazepam en ratones albinos verificando su acción sobre el Sistema Nervioso Central, al determinar las fases de anestesia en un tiempo determinado, empleando para ello el modelo farmacológico de pasividad para establecer la dosis a la que cada fármaco produce sedación o hipnosis.

HIPÓTESIS

Si se administra diferentes volúmenes de pentobarbital sódico y diazepam a una concentración de 0.5 mg/mL a diferentes lotes de ratones albinos se podrá observar el efecto de estos fármacos y mediante el uso del modelo de pasividad se podrá realizar un histograma de dosis vs efecto para determinar la dosis a la cual estos fármacos producen el efecto de hipnosis o sedación.

DIAGRAMA ECOLOGICO



RESULTADOS




ANÁLISIS DE RESULTADOS

Los fármacos llamados hipnóticossedantes pertenecen a un grupo de sustancias que deprimen el SNC de una manera no selectiva y, dependiendo de la dosis, producen calma o somnolencia (sedación), sueño (hipnosis farmacológica), inconsciencia, anestesia quirúrgica, coma y depresión de las funciones respiratoria y cardiaca. (Hernández L., 2004)

El modelo farmacológico de respuesta de pasividad evalúa el efecto hipnótico de los fármacos en cinco diferentes grados, evaluando el estado de conciencia del animal. 
● GRADO 0: El animal presenta un estado normal en el cual no permite ser tomado de ninguna forma.
● GRADO 2 O DE SEDACIÓN: El animal permite ser tomado del cuello.
● GRADO 4 O DE INICIO DE HIPNOSIS: El animal permite colocarlo de una forma inusual en el dorso de nuestros dedos.
● GRADO 6 O HIPNOSIS TOTAL: El animal está completamente en estado de hipnosis y puede ser tomado por la pata trasera.
● GRADO 8 O DE ANESTESIA: En este grado puede tomarse al animal de una pata delantera sin que este oponga resistencia, se debe tener cuidado que no muera por sobredosis.

Esta prueba es rápida y fácil de realizar que pone de manifiesto los efectos a dosis muy pequeñas de medicamentos psicotrópicos, sedantes o hipnóticos, sobre un lote de ratones a los cuales se les administran. (Charles B., 2006)

Ahora bien, durante la sesión experimental fueron empleados ratones albinos como modelo biológico para evaluar el efecto de hipnosis o anestesia tras la administración del fármaco Diazepam y pentobarbital sódico. Como bien lo indica la literatura, el Diazepam pertenece al grupo de las benzodiazepinas las cuales actúan sobre el SNC. De manera clínica, son empleados como sedantes y ansiolíticos o bien para el tratamiento de epilepsias, pánico y otro tipo de desórdenes. En cambio el pentobarbital sódico es un fármaco de la familia de los barbitúricos. La administración en humanos ha sido aprobada para tratar las convulsiones y en la sedación preoperatoria; también está aprobado como hipnótico a corto plazo.

El pentobarbital sódico es un barbitúrico de acción corta. Tiene un efecto depresor no selectivo del SNC por disminución de la excitabilidad pre y postsináptica e inhibición de la conducción ascendente a nivel de la formación reticular. Como resultado provoca: sedación, inducción de sueño, depresión respiratoria, actividad anticonvulsivante y reducción de la fase REM del sueño, además de ser un potente inductor enzimático. (Hernández L., 2004)

Como sedante-hipnótico el pentobarbital deprime la corteza sensorial, disminuye la actividad motora, altera la función cerebral y produce somnolencia, sedación e hipnosis. La acción se ejercería en el nivel del tálamo, inhibiendo la conducción ascendente de los impulsos nerviosos hacia el cerebro. Como anticonvulsivante, inhibe la transmisión monosináptica y polisináptica en el SNC, y aumenta el umbral de estimulación eléctrica en la corteza motora. (Hernández L., 2004)

El diazepam es una benzodiacepina de acción prolongada. En cuanto a su farmacodinamia, se sabe que estos fármacos facilitan la unión del GABA a su receptor y por lo tanto aumentan su actividad. Actúa sobre el sistema límbico, tálamo e hipotálamo. No produce acción de bloqueo del SNA periférico ni efectos secundarios extrapiramidales. Además dependiendo de la dosis y de la sensibilidad individual, puede disminuir la atención, alterar la capacidad de reacción y producir somnolencia, amnesia o sedación, especialmente al inicio del tratamiento o después de un incremento de la dosis. (WhirlCarrillo, 2012)
El neurotransmisor GABA es transportado dentro de vesículas y almacenado en la neurona presináptica y tras el arribo del impulso nervioso, estas vesículas estallan dando lugar a la liberación de GABA en la sinapsis donde se puede unir al receptor GABAa. De esta forma, la unión de ambos abre el canal, originando la conducción de los iones cloruro a través de la membrana neuronal por lo tanto se incrementa el potencial de membrana de la neurona lo cual hace más difícil la despolarización de la membrana y por ello la excitación de la célula, resultando en la inhibición de la descarga neuronal. Finalmente, el término de la señal GABAérgica se logra con la recepción de GABA a la célula sináptica por los transportadores de GABA siendo SLC6A1 y SLC6A11 los principales jugadores en la regulación de la neurotransmisión GABAérgica en el sistema nervioso. (WhirlCarrillo,
2012)

Habiendo descrito la farmacodinamia del Diazepam y del Pentobarbital sódico, nos fue posible evaluar los efectos de hipnosis o sedación que se presentaron en los modelos biológicos tras la realización del modelo farmacológico de “pasividad”.
En primer lugar, como se puede observar en la gráfica 1, el efecto máximo que se alcanzó en el lote tratado con Pentobarbital sódico fue el de sedación, manteniéndose dicho efecto en las dosis de 17.36 mg/Kg y 25.4 mg/Kg. En cuanto a lo que respecta al lote tratado con Diazepam, se puede apreciar que el efecto máximo obtenido es el anestésico en las dosis de 17.71 mg/Kg y 24.54 mg/Kg.

Ahora bien si se analiza la tabla 2, el lote al que se le administró Pentobarbital sódico tiene una dosis (8.5 mg/Kg) en la que no se pudo observar ningún efecto evaluado en intervalos de 5 minutos, con un tiempo total de 30 minutos , ya que al momento de quererlo sujetar del cuello (para ver si había pasado al grado de sedación) este ponía resistencia y nos resultaba muy difícil sostenerlo. Esto nos indica que el Pentobarbital de concentración de 5mg/ml a dichas dosis no provocó un efecto depresor sobre el SNC.

En las siguientes dos dosis del mismo lote, se observa que se llegó al grado de sedación, sin embargo a la dosis de 17.36 mg/kg se llegó a ese efecto en muy poco tiempo y se mantuvo hasta los 15 minutos después de la administración del fármaco; a la dosis de 25.4 mg/kg se llegó a sedación después de los 5 minutos de administración y duró menos tiempo.
Para el caso del lote tratado con Diazepam de concentración de 5mg/ml a una dosis de 7.54 mg/kg se llegó a el grado de sedación a los 16 minutos después de la administración y dicho efecto perduró hasta el final de la práctica experimental; en la dosis de 17.71 mg/kg se observó un efecto sedante inmediatamente después de su administración, pasando a el grado de anestesia después de los 6 minutos de la administración y perdurando este efecto hasta culminar la práctica. Para la dosis 24.54 mg/kg el efecto anestésico se observó en muy poco tiempo después de administrar el fármaco y este perduró hasta los 20 minutos, pasando después a sedación.

En la literatura se reporta que la diferencia existente entre un agente sedante y un agente hipnótico es meramente cuantitativa, pues en ambos se producen todos los grados de depresión del SNC, solo que la aparición de estos efectos van a depender de la dosis administradas. (Levine R., 1998)
Por lo que la eficacia y potencia de ambos fármacos va a ser medida de acuerdo al efecto que se quiera producir en el individuo. De esta forma podríamos decir que el pentobarbital tiene mayor eficacia y potencia a una dosis de 17. 36 mg/Kg para el efecto sedante. Mientras que el Diazepam es más eficaz y potente a una dosis de 24.54 mg/kg para un efecto anestésico, claro esto de acuerdo a nuestros resultados obtenidos.

CONCLUSIONES
Por medio del modelo farmacológico de pasividad se logró evaluar la acción que producen los fármacos Pentobarbital sódico y Diazepam, bajo dos concentraciones iguales pero a diferentes dosis; siendo posible el determinar que a mayores dosis, estos ejercen un evidente efecto depresor del sistema nervioso central puesto que actúan como sedantes e hipnóticos, permitiendo una observable relajación mental y una disminución del deseo de actividad física en ratones albinos. De esta forma, se concluyó que la dosis de Pentobarbital sódico capaz de inducir un efecto sedante por más tiempo en ratones albinos fue de 17.36 mg/kg. y en lo que respecta al Diazepam la dosis que provocó en mayor tiempo un efecto de anestesia fue de 24.54 mg/kg.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Hernández de la Vega, Leticia. (2004).Sedación consciente e inconsciente. ANESTESIA ENDOVENOSA Vol. 27. Supl. 1 pp 9597
Levine, Ruth R., (1998). Farmacología: Acciones y reacciones medicamentosas . Editorial Salvat, Barcelona.
Mendoza Patiño , N. (2008). Farmacología médica. México : Médica Panamericana.
Salzar M, Peralta C, Pastor J, editores. (2004) Tratado de Psicofarmacología Editorial Panamericana.
WHIRL‐CARRILLO, M. MCDONAGH, E. [et,al] (2012) " Pharmacogenomics Knowledge for Personalized Medicine " Clinical Pharmacology & Therapeutics 92(4): 414‐417 .