sábado, 7 de noviembre de 2020

JUGO PANCREATICO

 El jugo pancreático es un líquido de aspecto claro, inodoro y de baja viscosidad. Su gravedad específica es de 1.01 a 1.02, su pH es alcalino y oscila entre 7.0 – 8.5. Se caracteriza por tener una elevada concentración de ion HCO3¯y estar enriquecido con enzimas digestivas que en su gran mayoría son secretadas como proenzimas para proteger al páncreas de la autodigestión. Véase figura No. 9. Es una solución isotónica respecto al plasma sanguíneo, los principales cationes que contiene son Na+ y K+ en los que sus concentraciones son estables, con valores parecidos a las concentraciones plasmáticas; no obstante la concentración del HCO3¯ y del Cl- son mayores. También se encuentran en concentraciones bajas otros iones como el Ca2+, Zn2+, fosfato y sulfatos (Gal,  López,  Martín  &  Prieto,  2007: 293). 

El flujo basal del jugo pancreático va de los 4µL/min hasta un máximo de 35 µL/min. Los principales aniones presentes son el bicarbonato y el cloro, y sus concentraciones varían en función a la velocidad del flujo; a mayor flujo la concentración del HCO3¯ aumenta y la del Cl- se ve disminuida; sin embargo esto no sucede con las concentraciones de los demás cationes (Kelley,  1993: 447).

El bicarbonato es el ion de mayor importancia fisiológica en el jugo pancreático. Es secretado por las células de los conductos y en su mayor parte, cerca del 95% proviene del CO2 del plasma y el 5% restante se deriva del metabolismo intracelular.

El componente acuoso es sintetizado por las células centroacinares, que poseen la enzima anhidrasa carbónica. Dicha enzima cataliza la formación del ácido carbónico a partir del CO2 del torrente sanguíneo y del agua intracelular.

El proceso comprende los siguientes pasos y se ilustran en la figura No. 11:

  1. Las células ductales toman del plasma el CO2, difundiéndose con facilidad desde los capilares pancreáticos al interior de las células.
  2. Una vez dentro el CO2 se combina con el H2O y se convierten en ácido carbónico (H2CO3) por acción catalítica de la anhidrasa carbónica.
  3. El ácido carbónico se disocia rápidamente en ion bicarbonato (HCO3¯) y protones (H+).
  4. Para la secreción del HCO3¯ a través de la membrana luminal, hay transporte activo del HCO3¯ hacia la luz de los conductos intercalares por un antiportador de Cl- / HCO3¯ acoplado a un canal de Cl- regulado por secretina.
  5. El Cl- que ingreso por el HCO3vuelve a salir a la luz de los conductos a través del regulador de “Conductancia Transmembrana de la Fribrosis Quística”  (CTRF, por sus siglas en inglés, Cystic Fibrosis Transmembrane regulator).
  6. Se presentan un intercambio  activo de Na+ y H+ en la membrana basolateral. Los H+ migran al exterior de la célula (al espacio intersticial) por medio de una bomba de H+ que intercambia el H+ por Na+.
  7. El Na+ migra al interior de la célula y se dirige hacia la luz de los conductos intercalares donde se une al HCO3¯.
  8. El movimientos de los iones Na+ y HCO3¯  hacia la luz de los conductos, crea un gradiente osmótico que favorece el paso de agua provocando la neutralidad eléctrica.
  9. Los H+ que ahora se encuentran en el espacio intersticial pasan al interior de los capilares pancreáticos.
  10. La bomba Na+, K+- ATPasa asegura la recuperación de los niveles de Na+ intracelular normales, bombeándolo al espacio intersticial.
  11. Los canales basolaterales de K+ mantienen el potencial de membrana y ayudan a  recircular los iones K+ introducidos al interior de las células por la bomba. (Gal,  López,  Martín  &  Prieto,  2007: 293).

La secreción del jugo pancreático es estimulada por la actividad del sistema nervioso parasimpático y es inhibida al presentarse una disminución del flujo sanguíneo pancreático por acción del sistema nervioso simpático. 





SECRECION EXOCRINA O ACINAR

El páncreas exocrino secreta hacia la cavidad abdominal elevadas cantidades por día de un líquido rico en ion bicarbonato (HCO3¯), enzimas digestivas y agua. La secreción se produce en respuesta a la ingesta de alimentos, actuando como efecto domino, dado que primeramente la secreción se induce por el acto de comer, por efectos del ácido gástrico y por el producto de la digestión de los alimentos, en seguida se origina la activación de varias vías hormonales y nerviosas, que por último desencadenan la estimulación del páncreas (Kelley,  1993: 446).  

La secreción exocrina del páncreas se produce de forma semejante a la de las glándulas salivales. Las células acinares sintetizan el jugo pancreático y este líquido apenas hipertónico se va modificando a medida que pasa por los conductos pancreáticos, hasta que se vuelve isotónico al haber una compensación con el agua y en parte al intercambio del HCO3¯por el Cl-. El producto combinado de las células acinares y de los pequeños conductos fluye por los conductos radiculares, que se unen en uno solo (conducto principal) que desemboca en el duodeno (Segarra,  2006: 91).

ACINOS PANCREATICOS

Los adenómeros tubuloacinosos, comúnmente llamados acinos pancreáticos son la unidad funcional y anatómica del tejido exocrino del páncreas y constituyen más del 90% de todas las células que lo integran. Están formados principalmente por células serosas, su forma es triangular con un núcleo ovoide de localización basal y su citoplasma es basófilo. De acuerdo a su función y morfología en los acinos pancreáticos se diferencian dos tipos de células; las células acinares (cerca del 85%) y las células centroacinares (poco más del 10%) (Welsch,  2008: 403).

Las células acinares tienen forma de “saco” se agrupan radialmente alrededor de pequeños conductos terminales en los que secretan sus enzimas. Estos grupos de células contienen una sola capa de 20 o más células acinosas  cónicas que secretan enzimas a través de la superficie apical.

Las células acinosas están altamente especializadas para la síntesis, transporte, almacenamiento y secreción de considerables cantidades de proteínas que son transportadas en forma de enzimas pancreáticas. Para efectuar sus funciones cada célula cuenta con estructuras intracelulares esenciales, entre las que sobresale un prominente retículo endoplasmático con numerosos ribosomas (RER), profusas mitocondrias, un complejo de Golgi muy desarrollado, un núcleo redondo con un notable nucléolo, vesículas de transición y cientos de gránulos de zimógeno con localización apical (Kelley,  1993: 446).

Las proteínas sintetizadas por el retículo endoplasmático rugoso (RER) se dirigen mediante las vesículas de transición al aparato de Golgi donde son procesadas y modificadas por procesos como la glicosilación, posteriormente son destinadas a sitios específicos, tales como los gránulos de zimógeno, vacuolas de condensación u otras estructuras celulares para su almacenamiento (Fauci,  Langford  &  Longo,  2013: 480) y finalmente liberan su contenido desde la membrana apical de las células al interior de los conductos pancreáticos mediante el proceso de exocitosis.

Las células centroacinares o centroacinosas nacen en el interior de los acinos y conforman los conductos canaliculares a los que las células serosas depositan sus secreciones, razón por la cual también se les denominan células ductales o células canaliculares.

Son células epiteliales de aspecto irregular o cúbico, están unidas entre sí y a las células acinares por medio de contactos celulares. En comparación a las células acinares no poseen retículo endoplasmático, ni cuentan con un aparato de Golgi desarrollado; pero si conservan un núcleo y numerosas mitocondrias. 

Estas células se encargan de la secreción de agua y de iones como el HCO3¯, Na+, K+, Cl-, Mg2+, Mn2+ y Ca2+ por medio de transportes activos con el consecuente gasto de energía. Son la principal fuente de agua y HCO3¯, su secreción comprende el 80% o más del volumen total del jugo pancreático. Siendo su principal función modificar su composición electrolítica (Gal,  López,  Martín  &  Prieto,  2007: 293).



ESTRUCTURA BIOQUIMICA

 Con base en su función y estructura bioquímica el páncreas es una glándula mixta, es decir, está conformado por dos tipos de tejido funcional; el exocrino y el endocrino.

El 98% del órgano lo compone el tejido exocrino, formado por numerosos conductos y acinos glandulares conectados por tejido conectivo y recubiertos por una delicada cápsula, cuya función es sintetizar, almacenar y secretar al duodeno, las enzimas necesarias para la digestión de los alimentos. Del 1 al 2% restante corresponden al tejido endocrino formado por los islotes de Langerhans distribuidos en todo el órgano, los cuales cumplen con una función metabólica en la síntesis y secreción de productos hormonales peptídicos que mantienen la homeostasis de la glucosa sanguínea primordialmente (Brandan,  Llanos,  Miño  &  Ruíz,  2006: 1). El tejido endocrino se distingue del tejido exocrino por su escasa afinidad por la tinción de Hematoxilina-Eosina (H-E). 

El páncreas es el segundo órgano en tamaño de los que pertenecen al aparato digestivo. Como ya se mencionó anteriormente el páncreas es una glándula mixta, con función secretora endocrina y exocrina.

El páncreas endocrino desempeña un papel imprescindible en la regulación del metabolismo principalmente de carbohidratos, lípidos y proteínas (Escobar  &  Tébar,  2009: 19). Su función se lleva a cabo en los islotes de Langerhans; implica a un grupo de células que se organizan en torno a capilares, con la finalidad de verter sus hormonas al torrente sanguíneo, que los traslada hacia los tejidos u órganos blanco (Ascencio,  2012: 54).

La función exocrina del páncreas, reside en las células acinares o acinos pancreáticos, que vierten hacia el duodeno las enzimas pancreáticas, (Argente &  Alvarez,  2008: 756) que son el  mayor y más importante constituyente del jugo pancreático. Esta secreción provee las enzimas necesarias para la mayor parte de la actividad digestiva del aparato gastrointestinal aportando el pH óptimo contiguo a la neutralidad para la función idónea de estas enzimas; además favorece la protección de la mucosa duodenal tanto del ácido gástrico procedente del estómago mediante la neutralización del quimo ácido, así como, de la pepsina que se inactiva de modo irreversible en presencia del pH alcalino. Por ende la función de la secreción exocrina del páncreas es propiciar una digestión adecuada.